SECCIÓN HISTORIA: Entrevista a Pepe Teverga en LNE de 1986


Artículo de A. Martínez Magdalena publicado en el periódico La Nueva España el 6 de julio de 1986

Pepe Teverga, 24 campeones de España lo avalan

Una vida dedicada al atletismo, primero como plusmarquista asturiano y rival de Mariano Haro, luego como entrenador

"No me acostumbraré nunca a leer Teverga con b, aunque respeto las motivaciones que hayan tenido los responsables del cambio". A José Álvarez García nunca se le habría ocurrido imaginar que algún día iba a ser conocido por Pepe Teverga tanto a nivel deportivo como en el trato particular. De hecho, pocos son los que conocen los datos de su car-net de identidad. Sus comienzos deportivos en Sobrevilla eran tan naturales como los montes colindantes y de vez en cuando se subía a una bici. Como los grandes escaladores ya se vislumbraba que no iba a ser alto, pero sus amigos se quedaban atrás cuando había que levantarse del sillín. Como atleta se proclamó durante una década campeón de Asturias, se midió al histórico Mariano Haro y lo que es más importante: hizo del atletismo una pasión a la que se entregó de lleno. Lo cuenta tal y como lo vive. «El atletismo es una filosofía con un por qué y un para qué. Correr, corren mucho los galgos, pero son perros. Lo esencial es inculcar y corregir para bus-car la calidad humana porque las marcas siempre son secundarias, si bien son algo que se persigue». Llama mucho la atención que un entrenador como Pepe Teverga, avalado por 24 campeones de España y una interminable relación de éxitos nacionales e internacionales, el modelo de varita mágica que utiliza. Uno en su modestia de conocimientos técnicos calcula que el secreto lo guarda con blindado celo. «Lo he dicho en muchas ocasiones, en este deporte no hay milagros. Cuando veo una carrera me fijo fundamental-mente en la forma de correr de los atletas, en sus cualidades. No es infalible, claro está, pero es algo innato, digamos una rara habilidad, como una radiografía del deportista. Lo primero que hago es analizar antes lo que le falta no lo que ya tiene y luego se van puliendo los defectos. En lo que a mí respecta casi nunca manifiesto exteriormente los buenos resultados, considero que hay que ser moderado en los halagos». Tiene fama de entrenador duro, de los que no se casan con nadie. Se le acusa en ocasiones de no utilizar el diálogo con sus atletas. «Pueden pensar lo que les apetezca. Soy exigente en los entrenamientos y punto. Mira, el atleta se hace egocentrista y cuando llega a un nivel alto cree que él lo ha conseguido todo. Quien entrene por su cuenta nunca llegará a estar entre los mejores. Cuando llegan las competiciones la presencia del entrenador en la pista influye en el rendimiento positivo del atleta, lo que ocurre es que hay que saber cuál es la frontera cuando está la responsabilidad de por medio. Cuando un atleta carece de personalidad competitiva el rendimiento puede ser más bajo si el entrenador le absorbe esta cualidad. Un atleta que pretenda rendimientos de alto nivel tiene que aprender a competir solo, claro que esto no quiere decir que los planteamientos sean decisivos. Lo más importante es que el atleta crea en lo que se le dice para conseguir la meta que se propone, porque no hay que olvidar que estás tratando con mentalidades diferentes. Eres como el muro de las lamentaciones. Estoy convencido que el peor de los entrenadores merece bastantes más respeto y consideración de la que actualmente gozan». No quiere hablar de sus campeones, quizás porque pueda olvidarse de alguno. Prefiere analizar el futuro del atletismo. «Los dos pilares básicos del atletismo son el público y los actores, por poner un ejemplo práctico. Es positiva la llegada de la publicidad pero no es menos cierto que si no se elaboran programas amenos para el espectador el adelanto será flor de un día. En cuanto a la atención de los futuros atletas no descubro nada al decir que el problema viene arrastrado por la educación deportiva en EGB. Está demostrado que el mayor poder de asimilación se advierte entre los 9 y 12 años y es sabido que a estas edades la educación física no está a la altura que se debiera, Faltan ayudas y profe-sores, los fundamentos básicos que no se consiguieron anterior-mente son una barrera considerable que en muchos casos es difícil de superar». Lo dijo para que no saliera pero las lesiones de sus atletas son su gran sufrimiento. Viajero incansable, aprovecha las oportunidades para intercambiar experiencias con entrenadores de solvencia internacional. «Está demostrado que los entrenadores españoles no tienen nada que envidiar a los extranjeros. En los Estados Unidos, por ejemplo, el nivel técnico es normalillo pero tienen muchos medios y poco importa que algunos atletas se queden por el camino. Si nos ceñimos a las marcas hay que hablar de Alemania Oriental pero no sé si el sistema es el ideal. En Italia son paralelos el buen nivel de vida y el atlético y en Francia es superior el poder económico y sin embargo están en la segunda categoría europea y nosotros en primera». Por circuitos y pistas de toda Europa la figura inconfundible de Pepe Teverga se pasea entre el arte, otra pasión latente junto al vino de solera y los estadios. Unas veces como simple espectador ávido de conocer adelantos técnicos y otras como responsable de la selección española. No en vano es uno de los ocho técnicos que posee el título de entrenador nacional diplomado, en España, Confiesa su admiración por José Luis González desde que el toledano, uno de sus seleccionados, batiera el record nacional de 1.500 metros en Bélgica. «Fue durante el memorial Ivo Van Damme en Bruselas y allí estableció el record nacional en 3-36-4, superando el anterior tope que estaba en 3-38-2. Igualmente ganaron sus respectivas pruebas Abascal y Colomán Trabado. También guardo un grato recuerdo del encuentro entre Francia-Italia y España, en París. España sólo ganó tres pruebas y dos de ellas las ganaron Manuel Muñiz y Manuel Ángel Pariente, concretamente en 800 y 1.500. Más recientemente y dentro del campo a través, ha sido una satisfacción el título de campeón de España conseguido por Mariano Campal y el tercer puesto de Luis Fernando Méndez, en Madrid».

En su dilatada trayectoria al frente del Club Atlético Universitario su labor ha generado unos resultados reconocidos en toda España. Su último logro con el CAU este mismo año ha sido clasificarlo en décimo lugar de la liga nacional de clubes y aunque no ha sido debidamente contemplado lo más resaltable de este éxito: el club ovetense es el primero de los equipos universitarios españoles a pesar de la amplia renovación de los atletas de la plantilla. Veinticuatro campeones de España avalan la categoría de Pepe Teverga, quien sigue en la brecha del trabajo serio y aleccionador. «Para triunfar en el atletismo hay que ser inteligente y no olvidarse que se necesitan de 5 a 7 años de preparación para alcanzar la élite y esto no deja de ser un sacrificio incomprendido. Falta profesionalidad y sobran, por lo menos para mí no cuenta, aquellos que sólo van a entretenerse y a pasarlo bien». De Oviedo a Madrid, luego a una concentración nacional por el sur, más tarde a los europeos de Stuttgart y para finalizar una frase que denota su personalidad: «Un deportista tiene que ser humilde, si yo no lo soy poco puedo enseñarle».